Muchas veces no somos conscientes o no valoramos lo que tenemos.
En las últimas entradas, hemos tratado temas un poco superficiales como por ejemplo que hacéis para divertiros, que tipo de películas os gustan más... Es por eso que he pensado que esta entrada la dedicaré a los derechos humanos, pues nosotros podemos hacer todo lo que hacemos gracias a que se respetan nuestros derechos.
En pleno siglo XXI, aún hay países donde no se respetan los derechos humanos, especialmente los de las mujeres.
Me gustaría que por un momento os imaginaseis vivir en un estado dictatorial , en el que os dicen qué, cómo, con quién incluso cuándo hablar. Imaginaros no poder decidir quienes son vuestros amigos, o en qué lengua tenéis que expresaros... Imaginaros que no se respetasen vuestros derechos, que no pudieseis expresar de una manera libre vuestra opinión...

Nuestra máxima preocupación los viernes es lo qué vamos a hacer el sábado por la noche y qué nos vamos a poner... La máxima preocupación de un niño del tercer mundo es encontrar comida con la que alimentarse...
Aún y así, muchas veces nos permitimos el lujo de quejarnos y de exigir más , teniéndolo todo... No os parece extraño? Es curioso como en un mismo mundo pueden haber realidades tan distintas.